martes, 7 de noviembre de 2017

El Corozo espinosa especie de palma abundante en zonas rurales de Upata


El corozo es una palma muy vinculada a las tradiciones de nuestras zonas rurales del municipio Piar y el noreste de Bolívar, sobre todo en la región cercana a la Sierra Imataca. Abunda al Norte de Upata, en los bosques semisecos o deciduos de la zona de Buen Retiro Los Arrendajos Montecristo, Campanario, San Ramón y en el piedemonte de la Sierra Piacoa. 
Una de las características más resaltantes de esta palma es que su tallo es sumamente espinoso, de allí que sea utilizado su nicho superior  como nido por los loros y pericos sabaneros, carasucias, entre otras aves. 
Esta especie de palma da su nombre a uno de los cerros más emblemáticos de Upata, el Cerro El Corozo. Se presume porque en otros tiempos, un tanto lejanos, en sus bordes y faldas boscosas, esta especie estaba bien representada. 
Cerro El Corozo en Upata desde el Viejo Cementerio
Hoy sin embargo no quedan ejemplares del corozo en esta colina, la cual a pesar de su pequeña altura, apenas 150 metros sobre el nivel del valle, conforma uno de los sitios más emblemáticos y tradicionales de la ciudad. 
El Corozo fue un lugar de encuentro y excursiones familiares y escolares. Sobre todo durante el mes de mayo en su ladera escarpada que da el frente a la calle Santa Fe de el barrio homónimo, se podía visualizar desde tempranas horas de la mañana la fila de personas que acudían al encuentro con su cima para las actividades conmemorativas de la Cruz de Mayo. Allá arriba eran visibles tres cruces, la principal, con sus dos acompañantes más pequeñas, en un sector del cerro cercano a su mayor altitud, desde el cual se podía admirar el verdor y la hermosura del valle del Yocoima. Lamentablemente la inseguridad reinante en la ciudad han alejado a los visitantes de este hermoso sitio patrimonial.
En fin el corozo en Upata lo asociamos más con un Cerro y un sector popular del Oeste de la ciudad, barrio tradicional, pero la palabra  nos remite a este singular y espinosa palma. no muy adecuada para el ornato debido a su aspecto no tan agraciado en lo estético en relación con otras palmas y por el peligro de su tronco para los niños, aunque en su estado natural no deja de ser interesante su observación.


En una palma de corozo
En su nido
Dos periquitos aguardan  en silencio
Saben que sus padres se han ido,
Lo sospechan
Una fuerza interior en sus genes lo avizora
El espinoso refugio  proteje y cobija
La impasible espera  de los pichones
                                                        cara sucia
Ellos nada saben del tiempo
Su espacio  se reduce a lo palpable de su nido
Sienten hambre, pero la paciencia de un ave  es
                                                                                  sapiencia
Sospechan que vendran con alimento
De pronto, la espera se reduce a un instante
Cuanto el padre vocaliza a sus pichones
Y ellos responden con sonora estridencia
                                                           sus afanes
El padre entra,  la madre vigila
No hay lugar para el descuido
Uno sale la otra entra viceversa
Los padres se perchan a la entrada del nido
Esperan la vocalización de otras parejas
Y se libran de las espinas del corozo, levantan vuelo
Y abandonan el nido nuevamente
Mientras  los pichones se callan por completo
El corozo como reducto
Ofrenda su tronco y sus espinas
Para honrar la vida
Que recien comienza
Mientras ellos esperan en silencio...
                                        
Al margen de esta apacible escena campestre
Una madre llora desconsoladamente
Al ver el cuerpo de su infante
Flotar  en una alberca
tanto dolor  no le cabe en el pecho
Ya ni siquiera le queda el consuelo
de elevar su voz al cielo

Poema al Corozo Autor Daniel Ruiz Correa









Descripción del Corozo
La Acrocomia aculeata es una planta de la familia de las arecáceas, nativa de México, Centroamérica, las Antillas y Suramérica.El aceite de la semilla y la pulpa se utilizan en alimentación y en la fabricación de jabones. Es una palmera de entre 13 y 20 m de altura y de 3 a 4,5 m de diámetro de copa, con uno o más raramente varios estípites de unos 2 a 3 dm de diámetro, cubierto de una corteza lisa y oscura, dotada de espinas fuertes y rectas de hasta 15 cm de largo. 
El sistema radicular es extenso y profundo. Muestra hojas persistentes, pinnadas, con numerosos folíolos que nacen en planos diferentes, color verde claro, muy glabros, con el raquis duro y espinoso, de 1,5 a 3,5 m de largo. La espata también es muy espinosa. Las flores forman inflorescencias en espádices de color amarillo pálido o pardo, que aparecen a comienzos del verano. Son monoicos, con las flores masculinas ubicadas en la parte superior del espádice y las femeninas en la inferior. El fruto es una drupa globosa, de la cual aparecen desde 4 hasta incluso 14 racimos por ejemplar. 
El pericarpio o cáscara es liso, de color verde, siendo de color amarillo o marrón cuando maduros; es quebradizo y fácil de despegar; el mesocarpio, de consistencia fibrosa, rico en caroteno, de color amarillo y fragancia muy agradable, resulta comestible, con un sabor que recuerda al coco. La semilla consta de un exocarpio grueso y muy duro, de color negruzco con tres poros ecuatoriales y un endocarpio liso de color externo oscuro y blanco por dentro, en donde se encuentra el embrión, también comestible, muy apetecido por insectos, animales y el ser humano. El ciclo de los frutos dura 13 a 14 meses y madura hacia finales del verano. El sistema radicular profundo hace a la planta resistente a los incendios forestales. (Fuente Wikiipedia)

Clitoria o Sombrero



La Clitoria fairchildian, mejor conocida como Sombrero o Carauta en algunas zonas de Venezuela, es otro árbol de reciente introducción en Upata, que se ha venido sumando como especie ornamental en algunas plazas y avenidas de la ciudad. 
Poema a la Clitoria. Autor Daniel Ruiz Correa
Gracias a su frondosa copa de mediano porte y a la vistosidad de su flores moradas claras, cuya forma semeja al del órgano femenino, este árbol se ha multiplicado como alternativa ornamental en la Villa del Yocoima, a tal punto de que ya podemos observarlo en pleno esplendor en algunos espacios público. Específicamente tenemos algunos ejemplares en la Plaza Piar, en la Plaza del Ejército, en la cerca perimetral de la sede de la UNEG Menca de Leoni, en la plazoleta de Manuel Carlos Piar, y en algunos corredores viales, donde destaca por su verdor, y su resistencia a las más intensas sequías, ya que no pierde las hojas, es decir es un árbol de hojas perennes. 
Esta especie la Clitoria Fairchildian, es una planta originaria  del Brasil. Se reproduce por semilla;presenta un crecimiento relativamente rápido y el sistema radical es superficial. Es un árbol de porte mediano, crece de 4 a 10 metros, de tronco corto, que se ramifica cerca de la base, con ramas extendidas y péndulas. Tiene hojas compuestas , trifoliadas , con pecíolos de 15 a 20 cm. Sus fllores son de un morado claro, con líneas más oscuras, agrupadas en inflorecencias racimosas, que suelen aparecer en los meses de julio y agosto. El Fruto, es una legunbre arqueada, de unos 2 cm. de ancho y más de 10 cm de largo. 
Pertenece a la familia de las fabeceae, es decir forma parte del grupo de las leguminosas, que tan abundancia tienen en nuestra cálida Venecuela, sobre todo en las tierras bajas y de clima caliente, ya que soporta sin problema alguno temperaturas máximas superiores a los 30 grados y promedios mayores a 25 grados.. La Clitoria también es utilizada en la zona rural, hatos y fundos,  como cerca viva y planta forrajera en menor medida, así como nicho para sombra del ganado vacuno. En Parques y Plazas de Upata no obstante su sombra no resulta tan atractiva para la gente porque suele ramificar a baja altura.
Sobre la clitoria hay poco conocimiento en nuestros jóvenes y adultos, ya que no es un árbol de tradición en la ciudad de Upata, por lo que es necesario incentivar campañas de información y orientación a los pobladores para que conozcan además del nombre, las cualidades de esta planta, su posible uso medicinal, cosmético, nutricional, como fibra o maderable,  y las peculiaridades en cuanto a cómo plantarla, tipo de suelo que prefiere, plagas que la afectan y la historia de cómo llegó a Venezuela y alguna tradición vinculada con su presencia como árbol ornamental. 

jueves, 29 de junio de 2017

El escaso pero llamativo Clavellino nos regala una de las flores más espectaculares del valle del Yocoima

Hermosos clavellinos en floración, el falso Flamboyán tiene una de las flores más atractivas de nuestro trópico guayanés.

Por su vistosa flor de tonalidades amarillas a naranjas el clavellino constituye una de las leguminosas más atractivas del trópico, que bien merece ser incorporado con más fuerza a los programas de ornato urbano. En Upata existen pocos ejemplares de esta planta perteneciente a la familia botánica Caesalpinaceae, y al género Caesalpinia, y cuyo nombre científico es Caesalpinia pulcherrima. De los pocos clavellinos recordamos el ya talado en una de las entradas al Cementerio Viejo de Upata, los que aún sobreviven en el sector San Lorenzo, en el valle interior del cerro El Toro, y en zonas como Manuel Carlos Piar.
 El clavellino alcanza los 5 metros de altura cuando mucho, así que más que un árbol es un arbusto, y por lo general no supera los 10 cm de diámetro en su tronco, que es delgado, liso posee espinas y tiene una corteza muy fina y suave de color marrón; su copa es abundante, sus ramas crecen de manera horizontal a oblicua y son muy resistentes; sus sistemas de raíces es muy superficial, es común observarlo en forma arbustiva. Las hojas son compuestas, bipinnadas, tienen forma redonda en su extremo libre, por su revés son de color verde claro, tienen espinas, poseen entre 3 y 9 pares de pinnas y cada una posee 12 pares de foliolos opuestos entre si; presentan estípulas libres transformadas en espinas.
Poema al Clavellino del poeta Daniel Ruiz coautor de esta sección de Arboles de Upata
Las flores del clavellino son grandes,muy vistosas y de color rojo, anaranjado y amarillo, son diapétalas y están dispuestas en inflorecencias terminales en forma de racimos largos. Los frutos miden 12 cm de largo por 1 o 2 cm de ancho, son vainas largas, un poco anchas y con suturas laterales por donde eclosionan, son dehiscentes y cada uno contiene entre 8 y 10 semillas, que miden 10 mm de ancho por 7 mm largo y 3mm de alto, son de color café y parecen trapecios aplanados.
Se encuentra en el trópico americano sobre todo hasta los 1.600 m.s.n.m. Su óptimo desarrollo lo alcanza con precipitaciones entre 1.200 y 2.000 mm anuales y temperaturas media anual de 22 a 28ºC, como las que se registran en Upata. La especie prefiere suelos fértiles y bien drenados, pero se adapta bien a suelos arenosos..
En secuencia gráfica insertamos el colorido espectacular de un Clavellino o Falso Flamboyán plantado en la entrada del Cementerio Viejo de Upata, que por algunos años nos regaló su excepcional floración, antes de ser talado en uno de esos operativos de desmalezamiento o mantenimiento de áreas verdes que se ejecutan sin la adecuada supervisión o cuidado de personas preparadas para valorar nuestro patrimonio vegetal . Por su belleza, adaptabilidad y rápido crecimiento esta planta del trópico americano, nativa en las tierras cálidas de nuestro país,  debería ser más sembrada en nuestros parques, plazas, jardines y áreas verdes en general. 
Upata así lo amerita. Para que podamos contar con mayores atractivos vegetales, con la variedad que nos merecemos de especies nativas, generadoras de biodiversidad, verdor, oxígeno y el atractivo de su flores. 

miércoles, 10 de mayo de 2017

Ciruela de Huesito Spondias purpurea

Ciruela de huesito en zona rural de la vía El Manteco.
La Ciruela de Huesito, también conocida en otros países de América como Jocote  es el Spondias purpurea. Se trata más que de un árbol un arbusto frutal que crece en las zonas tropicales de nuestro Continente, desde México hasta Brasil. Jocote es una palabra nativa de México derivada del idioma Náhuatl xocotl, que significa fruta (1 ). Los frutos de esta especie son  generalmente rojos, aunque hay también amarillos. La ciruela, así sin el huesito, tal como la nombramos en Upata, se propaga por semilla o por estaca. Es de crecimiento rápido y alcanza entre 3 y 6 m de altura, aproximadamente. El fruto es una drupa y sus semillas, que no son comestibles ocupan gran parte de la fruta, por lo que la pulpa comestible, de delicado y característico sabor, es relativamente escasa, de ahí el nombre popular. Suele desarrollarse perfectamente en suelos pobres, arenosos, en las áreas de sabana y en climas cálidos, con temperaturas extremas, ya que se trata de un arbusto muy resistente a las condiciones extremas de nuestras tierras tropicales, sobre todo en pisos altitudinales bajos. 
"Poema a las Ciruelas" de Daniel Ruiz
En Upata la ciruela fue muy abundante en las sabanas arenosas de Santo Domingo, Sierra III, y toda  la periferia de Upata, donde se solía sembrar o plantar para satisfacer la demanda familiar, y la comercialización en la misma ciudad del excedente. Aunque no con el volumen de otros años en la ciudad se sigue vendiendo la ciruela de huesito en bolsitas en improvisados puntos fijos o mediante el comercio ambulante. 
Progresivamente la urbanización, el deterioro de los árboles  y la desaparición de esta especie han incidido en que esta fruta alcance un precio prohibitivo. En Wikipedia describen a.Spondias purpurea como un arbolito de 4-8 m, con copa ancha, tronco irregular y ramas quebradizas; las hojas se componen de 5-12 pares de hojuelas elíptico-agudas, de 2-4 cm de largo, caedizas antes de la época de floración; flores rojas en panículas de 3-5 cm, colocadas a lo largo de las ramillas; el fruto en drupa irregularmente oval, algo gibosa, lisa y brillante, de color violáceo a amarillo, de 4-5,5 cm de largo, con un núcleo leñoso donde se encuentran las semillas. Agrega este portal que posee pulpa escasa, agridulce en las plantas cultivadas, muy ácida en las silvestres. Contiene ácido málico, azúcar, malato de calcio y almidón.
En la Upata rural la ciruela de nuestro trópico la de Huesito, siempre destacó por su contribución como fruta de primer orden, sabrosa, exquísita, producto para la venta y el ingrego familiar de la gente humilde, muy poca se le regalaba, y los propietarios de los árboles la cuidaban celosamente de los niños traviesos, que ansiaban gratis la anhelada frutilla. La ciruela abundaba en las sabanas de lo que hoy es Santo Domingo II, Sierra III, El Guamito, en San Lorenzo, y otros tanto parajes, donde al calor bochornoso de febrero, marzo y abril  dejaba acumular su particular sustancia dulce, sobre todo cuando maduraba casi al extremo de desmororonarse en las manos inquietas de los niños. En recientes temporadas de sequía se ha notado ausente en el centro de la ciudad, apenas notamos pequeños cultivos familiares por la zona de Matajey, la ruta a Santa Bárbara Guacamayo, algunos patios de Sabaneta y en las semi secas llanuras de los caños del Guri en la vía a El Manteco. 
La ciruela, cada día menos presente debido a la merma de su cosecha, sigue siendo no obstante un referente de fruto tropical, debido al exquisito sabor que tiene cuando madura, a que es ideal para dulcería, y porque está muy vinculada a nuestras tradiciones su consumo durante las semanas finales de las temporadas de sequía, cuando son comercializadas y forman parte de los hábitos de consumo de los habitantes de Upata.